DICE EL AUTOR: "Mi nombre es Ricardo Tell. Nací en Villa María el 29 de abril de 1983. Soy docente de Lengua y Literatura en el nivel medio en Villa María y en Tío Pujio.
Comencé a escribir hace poco tiempo, y todos los poemas que van surgiendo los publico en las redes sociales para compartir con aquellos que quieran leerlos.
Actualmente he publicado a través de la editorial El Mensú mi primer libro de poemas denominado “Monstruosidades y otros poemas”
MONSTRUOSIDADES
Caminan por el techo de las casas las hormigas,
atrevidas. Inescrupulosas.
Lo hacen de día. Por las noches corretean, (como si tal cosa fuese posible)
Lo hacen en diferentes lugares: mis papeles,
la tinta que no usé en su totalidad.
Alcancé a escribir tu nombre. Ocho letras, en esa pared.
De proporciones descomunales.
Pero ahora un ejército de esos viles monstruos lo tapan
Y la desgracia de toda oscuridad, renace de momento
Quise matarlas. No pude.
Son demasiadas. Demasiadas madrugadas, esperando tu visita
En esas 236 noches.
Con el ruido de los malparidos diseñadores de la nostalgia
que son invisibles ante mis ojos, que doloridos se niegan
a la traumática experiencia divina.
Tu presencia se vuelve casi indispensable.
a la vista
De los morosos impertinentes, que gozosos trepan por toda la circunferencia
De tu inicial.
Tu letra final, borrada
La tinta reseca, a esta altura del partido
se reserva para sí lo inevitablemente macabro.
Lo hacen de día. Por las noches corretean, (como si tal cosa fuese posible)
Lo hacen en diferentes lugares: mis papeles,
la tinta que no usé en su totalidad.
Alcancé a escribir tu nombre. Ocho letras, en esa pared.
De proporciones descomunales.
Pero ahora un ejército de esos viles monstruos lo tapan
Y la desgracia de toda oscuridad, renace de momento
Quise matarlas. No pude.
Son demasiadas. Demasiadas madrugadas, esperando tu visita
En esas 236 noches.
Con el ruido de los malparidos diseñadores de la nostalgia
que son invisibles ante mis ojos, que doloridos se niegan
a la traumática experiencia divina.
Tu presencia se vuelve casi indispensable.
a la vista
De los morosos impertinentes, que gozosos trepan por toda la circunferencia
De tu inicial.
Tu letra final, borrada
La tinta reseca, a esta altura del partido
se reserva para sí lo inevitablemente macabro.
ERRANTE
Y hoy saldré a sacudir la tristeza.
Maldita plaga,
Demoniaca sustancia que es pariente del olvido
sin ningún complejo, se suma a mis actividades diarias
Y seduce. Amargamente
Y hoy saldré a espantar el aroma a muerte que se coló en mi saco
Como tantas veces.
Caminaré bajo el cielo estrellado, sin ninguna prisa.
Un vagabundo seré. Una suerte de recolector de insomnios.
Y casi en un tono bajo, por las calles
silbaré otra melodía.
La que supe escuchar en la última noche que te vi.
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